martes, 11 de mayo de 2010

¡ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMÉRICA: TE SEGUÍS PROSTITUYENDO!



Es verdaderamente lamentable el darse cuenta que en Estados Unidos aún exista gente que actúe con tal nivel de irracionalidad, tal como lo hace la gobernadora de Arizona, Jan Brewer. Al parecer, la racionalidad llevada al extremo cae en la brutalidad.

Resulta increible creer que una nación con alto grado de "civilización", con los mayores avances tecnológico-científicos y con el poder hegemónico militar y económico-comercial, tenga tan pésima memoria histórica, y que se olvide que quienes habitaron y poblaron dicha tierra fueron extranjeros, inmigrantes, sin papeles legales y sin la connotación de criminales.

Es difícil creer que una nación que hoy es potencia mundial niegue que se ha constituido en lo que es, gracias al trabajo duro de millones de personas que han emigrado a esas tierras.

El grado de inhumanidad que están alcanzando al aprobar leyes como esas es inaceptable. Están negando la realidad de otra persona, de otro ser humano.

¿Será un delincuente quién desea una mejor calidad de vida? ¿Será un delincuente quien sale de su tierra en busca de oportunidades de trabajo para darle lo necesario a su familia?

Es bueno tener presente que toda realidad cambia. Todo imperio ha tenido su momento de auge y ha caído. Parece que en Estados Unidos se están dedicando a sembrar odio, división, guerras, violencia, explotación, marginación y exclusión, intolerancia, etc. ¿Qué esperan cosechar? ¿Será que si se siembran hierbas amargas se cosecharan uvas?

Los millones de migrantes que han hecho su vida en Estados Unidos y sus descendientes, que ya son estadounidenses de nacimiento, ¿están olvidando su pasado? ¿están negando sus raíces? ¿por qué guardan silencio complice? ¿la gente de tu tierra originaria dejó de ser tu hermana?

Estados Unidos, ¿qué esperás para convertirte? ¿querés seguir vendiéndote al mejor postor? (dinero, petróleo, racismo, contaminación, guerras, armas, etc).

Todavía estás a tiempo. Ojalá que reconozcás en lo inmigrantes a tus hermanos y hermanas. La vida de los migrantes es preciosa ante los ojos de Dios. No lo olvidés.