lunes, 22 de diciembre de 2014

¿DONDE NACERÁ ESTE AÑO?



por Eduardo de la Serna



¿Por dónde será que nace,
esta vez el Nazareno,
con tanta muerte, tanto llanto
preparándole el terreno?


Con un México en la calle
reclamando aparecidos,
Medio Oriente desangrado
con lo que liberaron los gringos,
con el ébola importado
(¡antes no era un peligro!),
y policías limpiando
calles de negro o latino,
con inmigrantes muriendo
en tren o lanchones hundidos,
con soldados infantiles,
con desplazados a tiros,
minas anti personales,
o guerras… ¡así de sencillo!,
por no pensar en el hambre,
la trata o abuso de niños,
o en millones descartables
al borde de los caminos,


¿Dónde nacerá este año?
¿Dónde enviará Dios a su Hijo?
Con tanto lugar preparado
inseguro y sin abrigo,
donde no llegan las luces
y los ‘noteros’ sin brillo,
donde las cámaras falten
por ahí quizás sea el sitio.
Un niño pobre entre los pobres
donde elegir sus amigos;
“¿puede salir algo bueno?”
se preguntará uno ‘prolijo’
mientras busca entre regalos
nieve, renos y arbolito.


Será entonces otro año
y sigue naciendo escondido,
sólo si buscan lo encuentran
¡El pesebre es crucifijo!

martes, 19 de agosto de 2014

“...hagamos tres chozas...” o lo que es lo mismo “...hagamos una vaquita...” (Experiencia vivida en el DEI)

 
Por Carolina Lara,
Chiapas, México.



...y cada una, cada uno fuimos llegando, invitadoas...interesadoas...al amanecer, al atardecer, durante la noche o a media mañana...desde la Argentina de Monseñor Angelleli, Chile que trae al corazón al pueblo Mapuche y la gran urbe de Santiago... Colombia, Bolivia...de la cintura del la América Latina ... Panamá, con corazón Chapin...Nicaragua, San Salvador, tierra de nuestro querido y reconocido santo desde el mismo día que murió, por la gente del pueblo San Romero de América...México, Chiapas...tierra que camino el Caminante... el jTatic Samuel, el cuidador de los pueblos...México, Tlaxcala con ritmo y corazón Colombiano...llegamos a San José, Costa Rica...tierra que adoptó a nuestro hermano mayor y compañero de camino el chileno Pablo Richard...Cuba y Brasil nos dieron la bienvenida con la voz y el corazón de  nuestra hermana Silvia Regina, que compartió su corazón con nosotroas...y nos acompaño en la pareja de Luiz y Maristela...sí... hay que caminar juntos, juntas, juntoas...

Iniciamos esta experiencia... fuimos subiendo...o bajando?...aprendiendo o desaprendiendo? no sabemos...lo único que sabemos es que vamos caminando juntoas... algo buscamos... algo queremos... algo nos ha llevado hasta ahí, dejando casa, familia, trabajo, comunidad pastoral...dejamos...aunque traemos...traemos lo que hemos dejado, familia, casa, trabajo, comunidad pastoral, pues por eso, esas, esos, estamos aquí.

 
Y el salón se hizo nuestro espacio, nuestro útero...donde se generaba vida, nueva vida...lugar donde se mezclaban ideas, pensamientos...cruzando miradas y sonrisas… donde compartimos los sufrimientos, las alegrías, las hazañas, los dones, las capacidades...lugar de acuerdos y desacuerdos, que nos unían más...y pusimos en la mesa de estudio como en la de los alimentos la experiencia del campesino, la del agricultor, la de la madre de familia, la de las mujeres, la de los padres de familia, la de los homosexuales, la de los pastores, la de la pastora, la de los presbíteros, la de los jóvenes, la de los universitarios, la de la religiosa, la de las laicas, la de los y las docentes, la del religioso, la del amigo, la de la amiga... y brotó la solidaridad, se cocinó la sororidad, fraternidad...poco a poco... a fuego lento en medio de éste caminar...mientras jugábamos, bailábamos, dormíamos, comíamos, orábamos, discutíamos, escuchábamos, descansábamos, aprendíamos...nos disculpábamos...nos aceptábamos.

Y descubrimos que no había necesidad de pensar, de creer, de expresar, de decir lo mismo para estar juntas, juntos, juntoas...lo que si era importante que todoas tuviésemos era la capacidad o disposición de Amar...ofrecer el corazón…descubrirnos en el otro, otra, otroa y descubrir al otro, otra, otroa... descubrir que el sueño de una casa, una comunidad de hermanos, hermanas...es posible gracias a nuestras diferencias...mientras la caminada seguía y el sol o la noche o la tarde se ponía vislumbrábamos un horizonte que por nuestra experiencia no nos parecía lejano, creímos tocarlo, palparlo...¡es posible! Más de una, uno, gritábamos en nuestro corazón que palpitaba y ardía, cuando ya nos re-conocíamos en los otros, otras...cuándo aquel, aquella, y sus aquellos y aquellas ya no nos eran indiferentes pues ya teníamos sus historias corriendo en nuestras venas...abuelos, abuelas, esposas, esposos, hijos, hijas...

Y amaneció...cuando nos dimos cuenta que había que bajar o subir, dejar o quedarse y los sentimientos se encontraron...¡que a gusto estamos aquí!... y con el corazón lleno de nombres bajamos o subimos o dejamos o nos fuimos, motivadas, motivados a seguir caminando, acompañando, aprendiendo, construyendo... amando...una nueva constelación se formó, un nuevo retoño de amistades surgió...cuando lo reconocimos y nos reconocimos al com-partir el pan de la vida y la palabra.





viernes, 1 de agosto de 2014

Canción en Harapos



Desde una mesa repleta cualquiera decide aplaudir... En un amable festín se suele ver combatir... Una canción poética, un poema cantado... Algo que invita a tomar consciencia y generar cambios...

HABLANDO DE MÉXICO (Pequeña reseña actual)

Por Roldán Salas Morales, Chiapas, México.
Biblista Popular y Catequista.






México, en la televisión, es un país muy cercano al "primer mundo", "ejemplo" de desarrollo, lugar perfecto para vacaciones que te abre las puertas y te recibe con los brazos abiertos. De lo último no cabe duda, sólo es necesario preguntarle a tanta gente hermana y pobre de Guatemala, El Salvador y Honduras, que intenta cruzar el país.

México, en los ojos de los grandes empresarios, es la inversión perfecta. Es uno de los países más ricos del mundo, con un porcentaje considerable de personas en situación de pobreza extrema, que segun el Gobierno son 5 millones de habitantes, pero la realidad es que son unos 27 millones de personas en la pobreza extrema: el 85% son personas pobres, que lo que hacern en el día a día es sobrevivir, pero los 27 millones en pobreza extrema son lo que definitivamente no tienen ni para comer. El resto del 85% de personas pobres las que al menos alcanzan el pan, pero nada más.

En los barrios se pueden ver mejores casas, carros y motocicletas, pero eso se debe a la migración que muchas personas han hecho a Estados Unidos. Viven de las remesas. Si bien es cierto, México cuenta con ciudades majestuosas con miles de turistas deleitados, miles de puntos ecoturísticos, la gente mexicana sufre hambre, sufre necesidad de educación de calidad y muchas otras realidades más.

¿Cuál es el problema?

La situación es esta: México cuenta con un total de 110 mil millones de habitantes, aproximadamente. Hasta los años noventa, la calidad de vida de los pobladores no era tan mala, porque la capacidad del país de ser autosuficiente era muy buena, demasiada, se podría decir: pozos petroleros, agua, playas, selvas y más.

Hablando sólo del petróleo, que es la fuente de ingresos más grande del país, los inversionistas dejaron de ser mexicanos, ya no es dinero nacional el invertido. Ahora son inversionistas extranjeros quienes se llevan las ganancias de PEMEX (Petróleos Mexicanos). Aliados éstos con el famoso grupo "ATLACOMULCO", encabezados ni más ni menos que por Salinas de Gortari, expresidente del país. Y es precisamente en este grupo donde está la mayor desgracia del país. Este grupo está conformado por las personas más ricas del país, además de Salinas: Emilio Azcárraga (dueño de Televisa), Agustín Coppel (dueño de las Tiendas Coppel), Ricardo Salinas (dueño de TV Azteca y Banco Azteca), los hermanos Elektra, el dueño de bodegas Aurrera (Walmart), el dueño de las Tiendas Milano, de Bimbo y otras. 

Todos estos, con el poder que da el dinero, han inflluenciado en las campañas electorales para presidente de la República y gobernadores de Estado, para poner a personas que ellos manejan fácilmente. En pocas palabras, este grupo maneja el país, financian programas de Gobierno y, como entres ellos están los dueños de las dos televisoras más grandes del país, incluso de Latinoamérica, le venden mentiras al pueblo y a todo el mundo. 

No conformes con manejar el país, optaron por venderlo a los mejores postores. Suena feo pero es cierto. Si viajas a Cancún, Acapulco, Huatulco, Cañón del Sumidero, Cascadas de Agua Azul, Monterrey, Guadalajara, Puebla, D.F. y otros, asegurarías que es un ingreso enorme el que se obtiene de estos lugares del país, y en realidad es ingreso es verdaderamente enorme, peroese dinero es de dueños extranjeros y el porcentaje mexicano se gasta en salarios del presidente del país, quien, por cierto, gana más que el presidente de Estados Unidos (como criterio de comparación), y en salarios de diputado, quienes se llevan millones de pesos al año, mientras que muchos otros sobrevivimos con veinte mil o treinta mil pesos al año. Esto para quienes trabajamos con salario fijo, pero en los campesinos es mucho menos.

Podríamos llenar cientos de hojas hablando de la realidad de México en general. Pero ahora, pondré estas realidades muy tristes en uno de los Estados más visitados por gente de todo el mundo, con el primer lugar de sitios ecoturísticosy productor de Uranio en el país: Chiapas.

Chiapas produce el 70% de energía eléctrica del país, vendiéndole un porcentaje a Guatemala. Sin embargo, tiene el porcentaje de habitantes pobres más grande del país. Con más de 150 sitios ecoturísticos, entre lagos, playas, selva, cascadas y ruinas arqueológicas, forman un "Edén" en México, que tristemente los chiapanecos mismos no conocen. Esto porque los dueños dejaron de ser los mismos chiapanecos y por ser tan fuerte la pobreza, no alcanza el dinero para pagar la entrada a sus propios sitios, que de una y otra forma les fueron arrebatados. Es decir, los chiapanecos no pueden disfrutar lo que tienen en su casa. 

Además, invadidos por empresas mineras, lo cual ha provocado descontento en la gente y se ha generado resistencia, algunas veces con protestas violentas en las calles, y en base a esto, el Gobierno aprueba una ley que le permite a sus fuerzas armadas usar toda su fuerza, sin medida. Es decir, si defiendes tus derechos, tienen ellos el derecho de golpearte , encarcelarte, desalojarte con gases o agua a presión, que por cierto ya lo hacían, pero ahora ya los avala la Ley.

Dos proyectos que están en marcha son: 
1. La presa hidroeléctrica Chicoasen tiene que ser ampliada aproximadamente 5000 metros más. Esto implica la inundación de muchas parcelas de cultivo, sin tan siquiera tomar en cuenta la opinión de sus dueños. Tristemente "comisadarios ejidales" venden sus firmas y sello por unos cuántos pesos o por salvar sus propias vidas y la de sus familias, porque son amenazados. Si bien es cierto, el Gobieno pagará por dichas parcelas, no pagarán lo justo y no habrá opción a decir no.
2. La Autopista San Cristóbal-Palenque, que sería una obra con inversión extranjera, cobrando el paso (peaje) y también invadiendo terrenos de pueblo indígenas, quienes no se beneficiarán en nada con esto sino todo lo contrario. Se derribarán miles de árboles, tampoco se les ha consultado a los dueños de las parcelas afectadas y, por si guera poco, esta autopista alejará más de un pueblo a otro, pues no se están tomando en cuenta los desvíos a las comunidades y los retornos que estarán a cada 20 kilómetros.

Estas dos obras están aprobadas. Aún no se inician porque los pueblos están en resistencia. Se han recibido amenazas de muerte a causa de esto y se han generado movilizaciones.

A todo esto, surge la necesidad de gritar: "YA BASTA".

Esto es una muestra de lo que es México. Lo bonito nadie lo va a quitar, pero espero que sí se pueda quitar la injusticia. Espero abarcar pronto una realidad ampliada en cinco aspectos: económico, político, social, cultural y religioso.
 






lunes, 21 de julio de 2014

EL PECADO ORIGINAL: “CUANDO SE ME OLVIDA QUE LA OTRA PERSONA ES MI HERMANA.”









“El Adán se unió a Eva, su mujer, la cual quedó embarazada y dio a luz a Caín. En esta oportunidad dijo: «Gracias a Dios me conseguí un hijo.» Después dio a luz a Abel, el hermano de Caín. Abel fue pastor de ovejas, mientras que Caín labraba la tierra. Pasado algún tiempo, Caín presentó a Dios una ofrenda de los frutos de la tierra. También Abel le hizo una ofrenda, sacrificando los primeros nacidos de sus rebaños y quemando su grasa.
A Dios le agradó Abel y su ofrenda, mientras que le desagradó Caín y la suya. Ante esto Caín se enojó mucho y su rostro se descompuso. Dios le dijo: «¿Por qué andas enojado y con la cabeza baja? Si obras bien, podrás levantar tu vista. Pero tú no obras bien y el pecado está agazapado a las puertas de tu casa. Él te acecha como fiera, pero tú debes dominarlo.»
Caín dijo después a su hermano Abel: «Vamos al campo.» Y como estaban en el campo, Caín se lanzó contra su hermano Abel y lo mató. Dios preguntó a Caín: «¿Dónde está tu hermano?» Respondió: «No lo sé. ¿Soy acaso el guardián de mi hermano?» Entonces Dios le dijo: «¿Qué has hecho? Clama la sangre de tu hermano y su grito me llega desde la tierra.
En adelante serás maldito, y vivirás lejos de este suelo fértil que se ha abierto para recibir la sangre de tu hermano, que tu mano ha derramado. Cuando cultives la tierra, no te dará frutos; andarás errante y fugitivo sobre la tierra.» Caín dijo a Dios: «Mi castigo es más grande de lo que puedo soportar. Tú me arrojas hoy de esta tierra, y me dejas privado de tu presencia. Si he de ser un errante y de andar vagando sobre la tierra, cualquiera que me encuentre me matará.»
Dios le dijo: «No será así: me vengaré siete veces de quien mate a Caín.» Y Dios puso una marca a Caín para que no lo matara el que lo encontrara. Caín se fue de la presencia de Dios y habitó en el país de Nod, al oriente del Edén.”
Génesis 4, 1-16

El tema del pecado original ha sido siempre muy comentado, interpretado y utilizado para sustentar distintas ideologías, legitimar sistemas de relaciones sociales, sistemas religiosos y más.
Hoy día, frente a los grandes conflictos a nivel mundial, situaciones de violencia, de muerte, situaciones como la que está sucediendo en Palestina, nos deben indignar, despertar la ira y tomar postura. Pero para ello, considero se deben tener ciertos criterios para no terminar pagando con la misma moneda, creyendo que estamos dando la solución y haciendo justicia.
Esta realidad del salvajismo y brutalidad humana, que hoy nos deja en evidencia la situación en Palestina, entre muchas otras, nos remite, a mi juicio, directamente al tema del llamado PECADO ORIGINAL. Lo lógico es que al leer pecado original, nos remitamos al texto bíblico de la mujer que comió del fruto prohibido, movida por la serpiente y que luego hizo caer al “pobre” hombre…
Sin embargo, la cuestión del pecado original queda bien planteada en el texto de Caín y Abel, y esto ¿por qué?
Caín y Abel, dos hijos del Ser Humano, Adán, y de la Madre de todos los Vivientes, Eva, hermanos (individuos y pueblos) por ser humanos y vivientes ambos, con las mismas raíces históricas, los mismos orígenes, se lanzaron a la vida, al trabajo, a crear culturas propias, cosmovisiones, maneras distintas de religarse con su Dios (religiones). En ese desarrollo de los Caínes y los Abeles en la historia humana, surge el llamado pecado original. Surge como la expresión de la violencia entre hermanas/os (individuos y pueblos).
Cuando no soy capaz de entender, de comprender, de empatizar con las otras personas; cuando no soy capaz de valorar lo diferente, las distintas maneras de ser y expresarse en la vida, entonces y sólo entonces, surge y se manifiesta el pecado original: el pecado de la violencia contra la otra persona (individuos y pueblos), esa otra persona que es mi hermana.
Cuando siento que lo “mío”, lo que soy, creo y produzco es mejor que lo de la otra persona, o cuando siento que lo “mío”, lo que soy, creo y produzco es inferior que lo de la otra persona, en ambos casos, ese complejo de inferioridad o superioridad, de envidia o celo, genera “colinas y barrancos”, crea separaciones y, por lo tanto, se comienzan a gestar en mi interior las motivaciones para desaparecer lo “superior” o “inferior” a lo mío.
Y si, además, le doy a todo esto un trasfondo trascendente, ligándolo con mi relación con “Dios” (mi dios), esto le da un carácter de verdad absoluta, de razón suficiente para actuar contra mi hermana/o (individuos y pueblos). La violencia la justifico lícita, justa y necesaria para quedar bien con mi dios.
Detrás de esta reacción deshumana, escondo mis intereses sociales, políticos, económicos, religiosos, culturales. Busco tapar mis complejos, mis frustraciones, mi mediocridad. No importa si con esto genero guerras, si asesino, si extermino, si bombardeo, si anulo, si invisibilizo, si destruyo, si acabo con Dios mismo (mi dios), si es necesario.
Cada vez que sale lo Caínico en mí, genero víctimas, mato, asesino, anulo, aniquilo. No tolero lo Abélico y me levanto contra él, hasta desaparecerlo de todas las formas posibles.
Sin embargo, cuando llega el momento de la verdad, cuando debo dar cuentas de la realidad, dar cuenta de mis hechos, de mi vida ante mi sociedad, ante el mundo, ante Dios (no ante mi dios), entonces me vuelvo un cobarde y pretendo ocultar la realidad, la historia, la violencia que he generado de forma consciente y premeditada.
Y olvido que la sangre derramada clama por sí misma, grita pidiendo justicia y me delata, me señala, recordándome que esa sangre yo la he derramado y es de hermanas y hermanos míos (individuos y pueblos). Llego al punto de buscar las salidas fáciles cuando me veo descubierto… ¿Es que acaso yo soy el que debe cuidar a mi hermana/o? ¿Soy yo el responsable de la vida o muerte de mi hermana/o? ¿Tengo el deber o la responsabilidad de cuidar a mis vecinos, a quienes no son de mi país, a quienes no profesan la misma religión, a quienes piensan diferente, a quienes me incomodan, incluso? Es el colmo de mi cobardía, de mi insensatez, es la máxima expresión de mi pecado, de mi injusticia.
Quien ha derramado sangre inocente, sangre de hermanas y hermanos, lo único que merece es ser excluido de la tierra donde se derramó dicha sangre, es decir, ser excluido de la vida, de las posibilidades de vida, que se le pague con la misma moneda. Esa es la reacción primaria que surge como posibilidad de justicia, pero ¿No sería eso, cometer la misma injusticia? ¿Qué tiene de extraordinaria la venganza? ¿Tiene algo de diferente devolver violencia contra violencia?
Por eso es que, aunque Caín sea asesino y merezca la muerte, rompiendo con la cadena de violencia y no sin antes denunciar su pecado, su delito, y darle una condena justa que no le excluya de la vida, ni que responda a la simple venganza, se le posibilita la oportunidad de reivindicarse.
Israel ha olvidado que Palestina es su hermana, ambos han olvidado que son seres humanos, que les guste o no, tienen igual raíz, igual origen. A Israel ya se le ha olvidado su esencia judía, anulando totalmente su Shalom, la Alianza pactada con Dios, se olvidaron del “no matarás”. Se han olvidado de Caín y Abel… como nación pueden seguir llamándose Israel, pero han dejado de ser judíos.
Mientras se están exterminando seres humanos, hermanas y hermanos, y no nos inmutamos, no decimos nada, no reaccionamos, no cambiamos nuestros comportamientos, somos simplemente Caínes, porque el que calla otorga, dice el dicho, y tan culpable es quien es cómplice, por ser espectador aunque sea, como quién comete el hecho directamente.
Hoy, nuestro mundo nos invita a reaccionar, a crear consciencia, a unirnos para rechazar todas esas políticas mundiales asesinas, esas políticas motivadas por intereses económicos de unos pocos, de seres humanos que piensan que son dueños del mundo y que los gobiernos de muchos países se prostituyen o sirven de proxenetas.
Malditas intenciones acaparadoras, asesinas… maldita ceguera o necedad de tener los ojos cerrados. Están manchando de sangre su nombre, la historia que pesará sobre sus hombros, acabarán con todo, hasta con ellas/os mismos. No se dan cuenta que al asesinar a otras/os, se están condenando a muerte a sí mismas/os.
Estamos a tiempo para despertar, para reaccionar, para detener la catástrofe humana, para evitar destruir-nos, para ir en reversa. La opción de Dios es clara: ama la vida, escucha el grito de la sangre derramada y su opción es la justicia. Toda persona creyente seguirá la misma opción.

jueves, 10 de julio de 2014

CON SANGRE NEGRA




Y si la noche con su oscuro manto
logró cubrir mi cuerpo aun en la cuna,
 una luz internó dentro mi pecho
y en mi mente una chispa que fulgura.
                               Federico Escobar

I wanna coconut  water, I wanna coconut water, …  El alegre estribillo, alimentado por el sonar de timbas y silbatos, retumbaba por toda la calle tercera. 
Es martes de carnaval y mi madre y yo nos acercamos para ver. Una turba de hombres y mujeres, vestidos con camisas estampadas con impresiones de la flor del papo, bailaba al son de un alegre estribillo con acento wari-wari.
En pocos minutos mis oídos  y  mi espíritu festivo se excitaron. Elevé la mirada y un sinnúmero de cabezas de rizados cabellos negros, agitadas por  graciosos canrrols, danzaban armoniosamente al seguir los pasos de una sencilla coreografía.
¡Cuánto deseé ser uno de ellos! Llevo esa sangre africana, pura y ardiente por mis venas.  Vivo esa sinfonía interior que caracteriza a la etnia negra, y me sumerjo en el mar de sus vidas alegres. Vidas alegres que están por encima de las penas, de las discriminaciones o de  las marginaciones que, en ocasiones,  suelen padecer.
 Mi tía Gilda me contó que nuestra familia lleva sangre negra, sangre negra del Golfo de Montijo.  Según me dijo, mi  bisabuelo, oriundo del Bongo, era un pescador con  habilidades de albañil.  El destino lo llevó  a hacer un “chirito” a la casa de la madre de mi bisabuela, en Santiago;  y allí nació un amor  del cual nosotros somos descendientes. De ahí la piel morena, esos  ojos grandes  y el cabello crespo que predomina en el genotipo familiar.
¡Cómo no amar  a nuestra estirpe negra! ¡Cómo no amarla!, pues aun cuando mi piel no rinde tributo a mis ancestros negros, (porque me parezco a mi padre y no a mi madre)  siento que la sangre de esas ínclitas  razas ubérrimas bulle en mi corazón.  Siento esa genética correr veloz por mi torrente sanguíneo.
La aproximación del remolino de gente me sacó de la profundidad de mis pensamientos.
Estábamos en la esquina del parque, a  un costado del Palacio Municipal.  En este punto, la comparsa se detuvo. Un éxtasis de gozo inundó el entorno.  Los tambores y los pitos resonaban con furor. A más  ritmos, mayores movimientos, y más alegría era expresada por esas bocas graciosas, de labios carnosos y brillantes dientes blancos. Toda una gala expositiva de folclor nativo afroantillano.
De pronto, una morenita me haló por el brazo y me introdujo en un círculo de danza. Era la misma  que horas antes había conocido en La cabaña, cuando mi madre y yo nos fuimos a dar un  baño de mar en estas prístinas aguas.
El tambor traqueteaba y la morena me envolvía en su baile exótico.  Desde la acera, mi madre observaba a través de la lente de la cámara digital, la cual  parpadeaba con su intensa luz roja.
Tras varios minutos, la comparsa se trasladó a la caseta del parque para seguir la danza. Agotado por el zarandeo, aproveché el momento para “coger un cinco”.  Me dirigí al restaurante El Lorito, de don Chicho, acompañado, por supuesto, de mi nueva amiga de baile.
Siempre que venimos aquí pasamos  adonde don Chicho.  A mi madre le encanta comer en su restaurante por la  deliciosa comida  caribeña que allí ofrecen, sazonada esta con ricos condimentos y aromáticas especias: ají chombo, ajo, culantro, jengibre, mostaza, curry,  nuez moscada y clavito. 
Y si al delicioso  menú: rondón, sauz,  pescado escabeche, arroz cuscús, …  le añades las conversaciones tan agradables de don Chicho y de los habituales comensales del restaurante, …        ¿ qué te digo ?, ¿ para qué pedir más ?
 Salimos del restaurante satisfechos por la deliciosa comida y la amena tertulia. En este punto, nuestra amiga se despidió para reunirse con los de su grupo, que seguían con su frenesí musical caribeño.
__ ¿Nos encontramos ahora?, preguntó con entusiasmo.
__ Esto … Bueno, es que …
Una lengua de fuego voraz recorrió en un instante todas mis venas.  Y mis piernas se movían, pero no por el baile.
Me llené de valor
__ ¡ Seguro!, reaccioné diligente.
Mi madre me miró con asombro.
___ Sí, sí, sí, mamá. No perderé la oportunidad de volver a verla, afirmé con vehemencia.
Y ella solo encogió los hombros y alzó las cejas, en señal de cómplice aprobación.
La suave y fresca brisa del norte, mecía las esbeltas palmeras que rodean el Palacio, calladas testigos de las glorias y penas de la isla.
Para aprovechar la frescura del tiempo, decidimos hacer una caminata, con el fin de aligerar la digestión, repasar la historia isleña y admirar el ambiente festivo que imperaba.
Por las calles había toda clase de gente.  Turistas, nacionales y residentes se mezclaban sin distingos.  Un espíritu generalizado de alegría cundía por doquier.  Reflexioné: ¿qué tiene la gente de aquí que resulta tan atractiva para extranjeros y para el resto de los panameños?  Mil respuestas afloraron en mi mente: ¿será el paisaje, la mar, la comida o la música?
Mi reflexión me  llevó a una respuesta  única.
……………
El tiempo pasó rápido.  Recordé la palabra empeñada. Caminé hasta allá,  a unos doscientos metros. Me introduje en el tumulto.  Ohhhh, más gente!!!!! Cuánta gente!!!!  ¿De dónde han salido tantos?  
Miré, giré, la busqué con ansiedad, …  ¡¡¡nada!!!  ¿qué se hizo?...
De repente me convertí en un barco varado, en medio de un banco de personas, en plena mitad de la calle principal.
……………
Y el tiempo pasa,  y ¡nada! … 
Me fui adonde don Chicho, por si acaso. ¡Nada! …
Miraba en todas direcciones. Y a la distancia reconocí a uno de los suyos.
Corrí hacia él, desbocado.
Le pregunté ansioso… Un giro horizontal de su cabeza derrumbó mis esperanzas …
Pero …
……………
Amanece.  Es miércoles de ceniza.  Poderosos  rayos de un sol tropical atraviesan el horizonte y penetran la serena mar color turquesa.
En el comedor del hostal, el aroma del jarrón de café llena la cálida estancia. Un platón con crujientes  breadfruit , yaniqueques y bolas de bacalao,  nos espera en el mesón. 
Casi no tengo ganas.  Nunca me he negado a comer, y mucho menos comida como esta. Pero mi ánimo no me insta a hacerlo.
Hora de partir. Silencio total en la isla. 
Un profundo olor a salitre inunda las inmediaciones. Las gaviotas y otras aves marinas vuelan despreocupadas.
Con pasos lentos nos dirigimos al muelle.  No me quiero ir.
Abordamos la lancha-taxi. Bullen los motores.  Se empina la popa …
Una ráfaga de aire salino penetra veloz en mis pulmones, saturando cada célula de mi ser.  Me lleno de nostalgia.
Vuelvo la mirada para capturar -cual lente fotográfico- la última imagen de la isla; y entonces afloran en  mi mente los recuerdos de anoche.  Quizá me llame, dejé mi teléfono en  El Lorito.
La lancha avanza veloz, diríase que  cuasi a la par del viento. Vuelvo a mis iniciales reflexiones de anoche: ¿qué tiene la gente de aquí que resulta tan atractiva para los extranjeros y para el resto de los panameños?  
Es la herencia cultural.
Tengo la total convicción de que más allá del espíritu festivo, los grupos afrodescendientes llevan en la profundidad de su ser la esencia pura de una raza aguerrida, robusta, que no se resignó a un imperio esclavista.  Una raza macerada por el tiempo y fortalecida por la determinación firme de ser libre, independiente y feliz.    
¡ Esa es mi gente !

 Ana Cecilia Hernández
Educadora
Panamá