lunes, 1 de agosto de 2011

PIEDRA EN EL ZAPATO (¿Sueño prohibido?)


Recalcando lo obvio, estoy haciendo referencia a las piedras que molestan a quienes tienen zapatos, a los “calzados”, no a los “descalzos”. La persona “descalza”, aunque siente las piedras en el suelo al caminar, su piel se ha tenido que acostumbrar al dolor que provocan las piedras del camino.
Cuando uno se pone a pensar en las piedras que a veces se le han metido en el zapato, inmediatamente se recuerda lo incómodo que es, no dejan caminar con rapidez, y se desea con todo el ser detenerse, quitarse el zapato y sacarse la fastidiosa y maldita piedra que nos molesta.
La piedra en el zapato es pequeña, bastante pequeña, su diámetro puede ser de unos 3 o 4 milímetros promedio, sin embargo, uno siente que en el zapato se lleva una piedra grande, de mucho mayor tamaño del que realmente es.
Una piedra en el zapato nos puede recordar que no estamos descalzos; nos recuerda que la suela de nuestros zapatos tiene contacto constante con las piedras del camino. La piedra en el zapato nos hace caer en la cuenta que somos sensibles, que somos de carne y hueso, que fácilmente nos podemos herir los pies al caminar y nos hace darnos cuenta que en el camino hay muchas piedras. Decimos: “menos mal que se inventaron los zapatos”.
Si nos pusiéramos a pensar cuál es la vocación, la razón de ser de la "piedra en el zapato", diríamos que es incomodar, no dejar caminar en paz a los “calzados”, pues a lo mejor eso nos recuerda, nos hace pensar en los “descalzos”. La piedra en el zapato puede servir para reconocer mi “comodidad” de frente a la “incomodidad” de muchos otros pies descalzos.
Es decir, la vocación de la piedra en el zapato es fastidiar, incomodar, no dejar caminar a prisa y en paz, para luego ser sacada con desprecio del zapato, maldecida y arrojada lejos. No es más su vocación.
Creo que ésta es la vocación cristiana, la vocación del verdadero seguimiento de Jesús.
Jesús fue la piedra en el zapato por excelencia, aquella piedra que incomodó y no dejó caminar en paz a los “calzados”, la piedra que fue expulsada, desechada, despreciada y maldecida, y arrojada lejos.
Jesús de Nazaret intentó recordar a “los calzados”, siendo "piedra en el zapato", que tanto ellos como los “descalzos” son seres humanos. Buscó recordarles a los “calzados” que a algunos pies les toca soportar todo el tiempo las piedras; quiso hacerles ver a los “calzados” su indiferencia ante esa realidad.Y aún más, pues dejó claro que muchos "calzados" lo están, porque han dejando "descalzos" a muchísimos.
Jesús vino a traer la buena noticia para todos los “descalzos”, siendo solidario con ellos y asumiendo consecuentemente esa opción, a tal punto de ser considerado lo más detestable para todos aquellos que caminan calzados: "piedra en el zapato".
Para los “descalzos”, no existen piedras en el zapato, sino solamente las piedras en el camino. Esas piedras en el camino que, generalmente, son de mucho mayor tamaño que las piedras en el zapato de los “calzados”, son la dura y difícil realidad de los caminos por donde transitan “calzados” y “descalzos”.
Jesús nos recuerda que Dios es un Padre que se hace un “descalzo” más, y se hace solidario con los que tienen que transitar esos caminos empedrados todo el tiempo. De esta manera, nuestro Padre Dios quisiera que juntos, “calzados” y “descalzos”, buscáramos la manera de poder transitar por el camino, todos “calzados” o todos “descalzos”, pero sin privilegios de unos sobre otros.
Por eso Jesús asumió la vocación de “piedra en el zapato”, buscando el proyecto del Reinado de Dios y asumió el destino de toda piedra en el zapato…

“Si alguno quiere venir detrás de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.” (Ver: Mc 8, 34; Mt 16, 24; Lc 9, 23).

Estoy convencido que la vocación de toda persona bautizada, de quien se llama cristian@, es ser “piedra en el zapato”… No sé si algún día lo llegue a asumir con todas las consecuencias que me traiga… mientras tanto, sigo siendo de los “calzados”, aunque diga que he sido enviado para evangelizar a los “descalzos”.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

DESDE HACE TIEMPO SUEÑO CON PIEDRAS EN MI ZAPATO Y HE ESTADO MUY CERCAS DE PERSONAS APEGADAS A CUALQUIER RELIGIÓN Y DESDE QUE TENGO USO DE RAZÓN MUCHA GENTE SE ME ACERCA PARA VER SI LE AYUDO Ó LE DÉ UN CONSEJO Y YO NO CREO EN LAS COINCIDENCIAS DESDE HACE TIEMPO EL SEÑOR ME HA ESTADO MOSTRANDO EL CAMINO PERO NO HAGO CASO ME HABLA POR MEDIO DE OTRAS PERSONAS ME DAN MENSAJES SIN QUE ELLOS MISMOS LO ENTIENDAN LOS INVITO A QUE REFLEXIONEN PARA QUE ESTÁN EN ESTE MUNDO,POR QUE HASTA LAS PIEDRAS TIENEN SU MISIÓN TE INVITO A DESCUBRIR PARA QUE ESTAS AQUÍ ANTES QUE SEA DEMASIADO TARDE YO EN REALIDAD NO PERTENEZCO A NINGUNA RELIGIÓN PERO SIENTO UN DESEO TAN FUERTE DE AYUDAR A MI SEMEJANTE PERO UN BUEN JUEZ EMPIEZA POR SU CASA NUNCA LO OLVIDES Y RECUERDA QUE A QUIEN ES MAS DIFÍCIL AMAR Ó AYUDAR, EL QUE MAS LO PUEDE NECESITAR NO LO OLVIDES SI LEÍSTE ESTO NO ES COINCIDENCIA ES UNA MISIÓN MUY EN SERIO QUE EN SEÑOR TIENE PARA TI

Unknown dijo...

Como que

Unknown dijo...

men

Unknown dijo...

Soñé que iba a un baño de un sitio de piscinas quitaba mis zandalias deun material como lona y allí había una sra embarazada con su esposo yo empecé a sacar piedras muchas piedras de mi calzado salían muchas piedras de río y lave hasta q al final salió una piedra más grande de forma extraña de color como azul e iluminaba por dentro tenía algo rojo era linda y aceitosa la ARA embarazada la cogió con el esposo y casi no me la devuelven

Anónimo dijo...

Soñé q tenía una piedra en el zapato y caminaba tenía tanta prisa q sentía q me molestaba pero segua caminando con ella no mas pensaba en parar y tirar la piedra pero no lo ice seguí mi camino con la piedra

Anónimo dijo...

Muchas gracias y bendiciones