lunes, 7 de septiembre de 2009

BASES MILITARES GRINGAS EN COLOMBIA Y OTROS MERENGUES... PARTE 2


... Es difícil solucionar un conflicto como el que existe en Colombia, en el que tantos factores se entrelazan y la verdad queda oculta y bien enredada.

En la actualidad, existe un temor ante la posibilidad de que en este país se establezcan bases militares estadounidenses, ya que eso originaría seríos problemas con los países vecinos que no desean presencia militar gringa cerca de sus fronteras.

La razón que da el gobierno de Colombia es que es una vía que posibilitará acabar con el narcotráfico, y a la vez, con la guerrilla y los paramilitares. Además, se afirma que no son propiamente bases militares extranjeras sino apoyo militar para el ejército de su país. ¿Qué tipo de apoyo será? ¿Vendrán desarmados los militares gringos?

En realidad, esta realidad me hace recordar no sólo la historia y realidad de mi país, Guatemala, sino también la famosa "Pax Romana", que básicamente consistía en la paz a través de la violencia militar, la represión y la muerte, de ser necesario, de todas aquellas personas que se opusieran a los intereses del imperio. Al parecer, la "Pax Romana" no ha desaparecido sino evolucionado con ciertas variantes. Ahora, en nombre de los Derechos Humanos se violan los derechos más fundamentales de la vida de muchas personas, se reprimen sus voces, se censuran sus expresiones y exigencias a la vida y a la búsquede de alternativas más humanas.

No entiendo aun, cómo es posible que un pueblo o una nación se arme tanto y luego no pretenda que su población sea violenta y represora o víctima y reprimida. La historia no se equivoca, ya está escrita y hay que saber leerla con ojos abiertos y críticos, para no cometer los mismos errores del pasado.

Como bien dijo Cantinflas en una de sus tantas películas, parece que en lugar de entender ámense unos con otros, hemos entendido ármense unos contra otros. Me atrevo a afirmar que, si Colombia sigue armándose más cada día, nunca, nunca, nunca alcanzará la paz verdadera, la paz que es fruto de la justicia social, de la garantía de vida de todas las personas que la habitan. La violencia se transformará de ejército vrs. guerrilla y paramilitares, a una violencia de policía y ejército vrs. crimen organizado y violencia urbana.

Amigos colombianos me preguntan: ¿es que acaso sos guerrillero o simpatizante de Chávez?, ¿acaso no te das cuenta de lo beneficiosa que es la seguridad democrática? Si la solución que está planteando Uribe no es la idónea, entonces, ¿cuál es la solución?

En fin, no tengo la solución en mis manos, y si la tuviera no sería algo mágico e inmediato ni fácil. Sin embargo, mientras se gasta la mayor parte del presupuesto de un país en armas y el sostenimiento de un ejército, dejando es segundo o tercer plano la inversión en salud, alimentación, educación, etc., simplemente se está cambiando el escenario, el telón de fondo de la injusticia, y ésta seguirá existiendo a sus anchas y con total libertad.

Finalmente, desde mi opción cristiana, no puede estar de acuerdo con ningún tipo de violencia, venga de donde venga. No creo que esa sea la vía para conseguir la paz en ningún lugar del mundo. Cualquier tipo de violencia tiene sus consecuencias y, la mayoría de veces, estas consecuencias son peores que el mal que pretenden curar.

Oremos a Dios, propongamos nuevas alternativas y dispongámonos a comprometernos por transformar nuestra realidad de acuerdo a los criterios del Reino de Dios, mostrado por Jesús.

Y vos, ¿qué opinás?

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